La imagen de la familia tradicional de un papá, una mamá y un montón de hijos, ya está pasada de moda, ahora se ven familias de todo tipo en los medios, pero no es algo que haya ocurrido de la noche a la mañana.
Han sido varias las transformaciones que han ido ocurriendo en la sociedad y no se nos ocurre un mejor indicador de estos cambios que la televisión, vehículo cultural mayoritario de las últimas generaciones.
Recorrido histórico de la familia en la televisión pública española
Este documental lleva a cabo un recorrido histórico por los últimos 50 años, en cuestiones relacionadas con la familia y cómo fueron impregnándose esos cambios en la forma de mostrarla en televisión.
Desde hace ya varias décadas coexiste una gran diversidad de modelos de familias en la sociedad, abandonándose la idea de un modelo único de familia.
En los medios representan a las familias a través de una diversidad de modelos que se instauran a partir de los procesos de democratización.
Ya no puede asumirse la predominancia de un único modelo de familia. Asimismo, es también correcto sostener que los medios intentan representar los cambios sociales y culturales que transforman las sociedades.
La sociedad ha ido mutando en las últimas décadas, introduciéndose cambios sociales que alteraron significativamente la estructura social preestablecida.
Dentro de las transformaciones que han ido permitiendo concebir nuevos tipos familiares y derribar la hegemonía de un modelo ideal, pueden citarse:
- Procesos de democratización
- Caída del autoritarismo de la Iglesia
- Revolución hippie
- Ampliación de los derechos hacia los mujeres y los homosexuales
- Divorcio
- Modernización del trabajo
- Fecundación artificial
Puedes profundizar en ello a través de este ensayo de Martina Kammerath: "Los cambios en el modelo familiar y su representación en la televisión".
En familia, un programa de la televisión pública que celebra la diversidad
Con estas palabras se presentaba el programa En Familia, de Televisión Española.
"Superado el concepto de la familia tradicional como única posible, aparecen nuevos modelos familiares (homoparentales, monoparentales familias reconstituidas...) y realidades diversas aunque todas tienen en común parecidos retos de supervivencia, el mismo anhelo de armonía familiar y el deseo de ser felices, aspectos que se respiran en las historias de familia incluidas en nuestro programa.
Se trata, en definitiva de que el espectador se reconozca (ya sea por afinidad o contraste) en familia ajena, satisfaciendo su curiosidad voyeur, al tiempo que se le invita a la reflexión personal desde la tolerancia hacia la vida de los otros."
Familias reales
Una versión parecida del programa de la mano de Jordi Évole.
Me cambio de familia/apellido
Es uno de esos realities que muestran la vida de una persona en un contexto en el que no se siente cómoda. En este caso es tan extremo como intercambiar las familias de un par de personas durante dos semanas y hacer un seguimiento de los conflictos que se generan.
La gracia del programa, al final, es mostrar el contraste entre familias muy distintas y cómo saltan las chispas cuando las sacan de su zona de confort. Hippies contra pijos, chonis contra góticos... Está claro que los perfiles están bastante caricaturizados, pero la idea es curiosa y suponemos que al final de la experiencia todos sacan algo positivo.
La versión más actual del programa "Me cambio de apellido" implica un intercambio total de las familias. Es decir, se trasladan todos sus miembros para vivir "la vida de los otros" durante un tiempo.
En la presentación del programa dice la cadena (Cuatro): "¿Es el modo de vida de nuestra familia el mejor de todos los posibles?; ¿Cómo sería nuestra existencia si hubiéramos nacido en otra ciudad o en otro ambiente social? Estos interrogantes constituyen el punto de partida de ‘Me cambio de apellido".
Hermano mayor
Otro de esos programas que exponen la intimidad de las familias. En este caso con un perfil muy concreto: Hijos con problemas graves de conducta, incluso casos claros de violencia filioparental. Un programa muy controvertido que ha despertado duras críticas entre los profesionales.
En una captura de los últimos vídeos del programa se puede intuir el grado de violencia del formato. Sin duda las sensibilidades han ido evolucionando, pues cuesta imaginar un formato así emitido en televisión hace tan solo un par de décadas, donde el grado de exhibición pública de las familias era mínimo.
Familias enteras sometidas al escarnio
No pretendemos hacer un recorrido por los programas del corazón, pero cabe mencionar, a propósito de la exposición pública de las familias, cómo ha ido degenerando el foco de atención de estos espacios dedicados al cotilleo.
De basar su contenido en la vida pública de personajes de alta cuna, a cebarse con casi cualquier víctima en función de su parentesco.
Nos interesa especialmente cómo se ha pasado a desmembrar a las familias mediáticas, hablando de ellos incluso como "clanes", que van cayendo uno tras otro en el caldero de los caníbales (y perdón a los caníbales por la comparación), los Matamoros, Pajares, Pantoja, Janeiro y un largo etcétera. Padres contra hijos aireando los trapos sucios en prime time.
En conclusión
Basta con imaginar que cualquiera de estos programas que hemos mencionado se emitieran, a través de algún ingenio de la tecnología, en la década de los setenta, para comprender el tremendo impacto que podrían causar en aquella sociedad.
Cuando aspectos como las medidas anticonceptivas generaban un pudoroso debate, resultaría impensable que aquellas familias no convencionales, que obviamente existían y han existido siempre, participaran en un programa de la televisión pública.
A día de hoy esas familias salen en la tele, seguramente porque siguen saliendo a la calle en días señalados para reclamar igualdad, comparten sus experiencias en redes sociales, van a recoger a los críos al colegio sin pasar vergüenza...
Habrá a quien no le gusten estas moderneces, pero no hay marcha atrás. La sociedad es cada vez más abierta e inclusiva. Supuestamente no le da la espalda a nadie y menos a los niños y niñas, como quiera que sean sus familias.
Y ahora, recuerde que nos podemos volver a encontrar al inicio de la próxima emisión. Hasta muy pronto. Buenas noches. Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
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