Finalizar una relación terapéutica es como caminar sobre una cuerda floja: requiere equilibrio, precisión y, sobre todo, sensibilidad. Los terapeutas estamos en una posición delicada cuando llega el momento de decir adiós a un consultante y hay varios obstáculos que pueden complicar esta transición.
Una de las trampas más comunes es el miedo a herir o abandonar al cliente. Después de todo, hemos dedicado gran parte de nuestra energía a construir el vínculo. Es natural que nos preocupemos por cómo se sentirá el consultante al poner fin a esa relación. Manejar este temor con cuidado es crucial; se trata de encontrar un equilibrio entre ser profesional y humano, ofreciendo el apoyo necesario durante este cambio.
Otro desafío es determinar cuándo es el momento adecuado para cerrar el ciclo. ¿Hemos logrado los objetivos que nos propusimos? ¿El cliente está listo para volar solo? Estas son preguntas que a menudo nos rondan. Evaluar el progreso del cliente de manera objetiva y honesta es esencial para tomar una decisión.
En ocasiones, nos encontramos con temas o situaciones que están fuera de nuestro ámbito de especialización. No es raro que sintamos vértigo ante ciertos desafíos. En estos casos, reconocer nuestras limitaciones y considerar la posibilidad de referir al cliente a un colega más apto puede ser la mejor opción.
Por último, pero no menos importante, están las diferencias éticas y de valores. Si sentimos que no podemos mantener una relación terapéutica saludable debido a estas discrepancias, tal vez sea el momento de replantearnos la continuidad del proceso.
En definitiva, despedirse de un cliente es un arte que requiere tacto, habilidad y un toque de intuición. Como terapeutas, debemos escuchar nuestras propias necesidades y limitaciones, actuar con integridad y, sobre todo, recordar que nuestro principal objetivo es el bienestar del cliente. Es un proceso delicado, sí, pero también una oportunidad para crecer y aprender en nuestro camino profesional.
Carolina Montes dinamizará esta tertulia. Será el día 26 de abril a las 20h (ver equivalencia horaria).
Si quieres participar en esta tertulia solo tienes que hacerte miembro de Macroscopio y no tendrá ningún coste adicional.